Teatro Afundación

[1]​ Situado en pleno corazón de la ciudad Olívica, se empezó a construir a finales del siglo XIX, gracias a un grupo de vigueses entusiastas y ávidos de introducir la cultura teatral, que acometieron la empresa de construir un teatro.Durante los años posteriores a su inauguración y tras una época de fracaso económico, el teatro quebró, convirtiéndose en almacén durante un corto periodo de tiempo hasta que, por petición popular, el benefactor José García Barbón recuperó el inmueble y lo volvió a destinar a la representación de obras teatrales.Tres años más tarde, gracias a las sobrinas de José García Barbón que decidieron continuar la obra de su tío, el arquitecto gallego Antonio Palacios sería el encargado de ejecutar la construcción de un nuevo edificio.[2]​[3]​[4]​ Este nuevo proyecto dotaría al inmueble de una gran amplitud ocupando toda la superficie del teatro anterior más dos inmuebles anexos.En los años posteriores el nombre oficial del teatro iría cambiando en función de su propietario: Caixanova, Novacaixagalicia, Novagalicia y finalmente Afundación, este último bajo el mecenazgo Abanca.