Emilio Schiffner, ciudadano alemán, adquirió la propiedad en el estado en que se encontraba y prosiguió la construcción del teatro con modificaciones, de acuerdo a los planos realizados en 1903 por el ingeniero-arquitecto George Goldammer.
Desde su apertura fue escenario de las más importantes compañías líricas del mundo, llegándose a representar una ópera por día.
Inclusive muchas compañías europeas llegaban por barco directamente a Rosario, antes de presentarse en Buenos Aires y Nueva York.
Durante el mismo año en este lugar se llevó a cabo parte del III Congreso Internacional de la Lengua Española (apertura, exposiciones y cierre).
[3] También se presentaron artistas de la cultura popular argentina, especialmente durante la crisis económica que vivió el país en 2001.