Antes de la invención del cinematógrafo de los Lumiére, Reynaud ya proyectaba sus historias animadas al público, pero como muchos autores del nombrado precine, acabó arruinado y olvidado a pesar del éxito que pudo tener en su época, y no es hasta más tarde que se descubren todos estos otros autores.Por otro lado, otro motivo del fracaso del teatro óptico fue que, al ser de funcionamiento totalmente mecánico (dependiendo de un operador) y sumándole el gran éxito que tenía en su momento (se llegaban a realizar hasta siete funciones al día), Reynaud no podía dedicar tiempo a la innovación de su invención.Sabemos que en 1913 Reynaud de lanzó al Sena con su último ejemplar de un teatro óptico aunque días más tarde iba a ser visitado por el inventor y productor francés Léon Gaumont, para comprarle el invento y donarlo al Conservatoire des Arts et Métiers Para hacer sus espectáculos utilizaba la combinación de dos linternas mágicas.Las bandas tenían una perforación central entre cada uno de los dibujos para así poder conducir la película mediante el arrastre.Aunque el mecanismo se accionaba mediante un cilindro del espejo a través de una espigas.Además, otro motivo por el cual no se puede considerar proyector es el método de obtención de las imágenes; estas eran dibujadas o fotografiadas, y no registradas en movimiento.El primer espectáculo que incluía imágenes en movimiento se representó en el museo Grévin de París en 1892, pocos años antes que los hermanos Lumière hicieran su primera proyección.Finalmente, la tercera fue Un bon bock, que tenía 50 metros y contenía 700 imágenes, en ella se veía un hombre descarado que entraba en un bar y veía desaparecer su vaso de cerveza delante de él.La película original fue entregada definitivamente el año 1928 al Conservatoire National des Arts et Métiers (CNAM).Uno de los personajes espía a una mujer que se pone el traje de baño en el cambiador, hasta que su marido le ve y le pega una patada al mirón.