Teodoto (en griego Θεoδoτoς) fue un etolio, quien cuando Antíoco III el Grande (223-187 a. C.) ascendió al trono, estaba al mando de la importante provincia de Celesiria para Ptolomeo IV (221–204 a. C.), rey de Egipto.
Fue un general capaz, y rechazó con facilidad el primer ataque hecho por el rey de Imperio seléucida a su gobierno, pero en vez de ser premiado por Ptolomeo por sus servicios, fue reclamado a Alejandría, donde casi cayó víctima de las intrigas de algunos cortesanos y favoritos del rey.
Sus movimientos fueron inmediatamente bien recibidos y rindió las dos fortalezas importantes de Tiro y Ptolemaida al monarca seléucida, quien inmediatamente las puso bajo su mando.
Confundiendo la tienda del rey, mató al médico real, y pudo escaparse sin peligro y volver al campamento sirio.
[2] Otra vez en el 215 a. C., demostró la misma audacia al ayudar a Lágoras en su temerario plan de escalar los muros de la ciudad de Sardes, cuyo éxito se debió en gran medida a su habilidad y capacidad.