Buena diplomática y vibrante nacionalista, Taytu Betul se opuso a las estrategias coloniales italianas en su país.
En 1890 escribió al embajador de Italia: «quisierais hacer pasar a Etiopía por vuestro protectora, pero nunca será así».
[1] La Emperatriz rechazó cualquier negociación que pudiera conducir a la pérdida de territorios etíopes.
[1] Su poder en la corte junto a su esposo crecía constantemente, aunque oficialmente no tenía responsabilidades especiales.
Profundamente suspicaz con las intenciones europeas hacia Etiopía, jugó un papel clave en el conflicto del Tratado de Wuchale con Italia, en el que la versión italiana, establecía Etiopía como un protectorado italiano, mientras que la versión amárica no.
Esta victoria fue la más significativa de cualquier ejército africano en combate contra el colonialismo europeo.
Como resultado, la emperatriz Taytu se hizo más impopular, mientras que Menelik seguía siendo muy querido en la corte.