Sus uñas, parecidas a garras, le ayudan en la fuerza de agarre; las usa para aferrarse verticalmente para alimentarse y locomoción.
El T. pumilus forma parejas estables, que permanecen juntas por más de 15 meses.
Las crías son muy precoces y se desarrollan rápidamente de manera similar a otros miembros del género.
[4] La comunicación táctil y la interacción son muy importantes en el tarsero pigmeo al igual que en otras especies.
Como insectívoros, juegan un rol integral en su hábitat ya que estructuran la trama alimenticia.