Se denomina tarima flotante a los pavimentos de madera que no están pegados ni clavados al soporte.
Las tarimas flotantes, suelen ser materiales más económicos que la madera maciza, de fácil instalación.
Existe cierta polémica[1] en relación con el uso de término tarima flotante en suelos laminados o sintéticos.
Verificar que el material, tiene una capa superior o noble, de al menos 4 mm, aunque sería recomendable, 6 u 8 mm, ya que se podrá acuchillar más de una vez.
También una capa noble o superior más gruesa, ofrece mejor comportamiento frente a las rayas por presión, ya que es posible que golpes casuales, superen con facilidad los 3 o 4 mm.