[1] Considerado por muchos como la piedra angular de la novela contemporánea de Japón,[2] junto a figuras decisivas como Ōgai Mori, Natsume Sōseki, Ryūnosuke Akutagawa, Yasunari Kawabata, Yukio Mishima y Kōbō Abe.
Empieza con relatos cortos, piezas teatrales, poesía y pequeños ensayos.
Le atrae el relato occidental al inicio aunque en la madurez volverá a sus orígenes.
Tarda en lograr reconocimiento y finalmente, en 1910, el primer número de la revista Shinshichō acepta su obra teatral Nacimiento además de publicar un ensayo crítico sobre Sōseki Natsume.
Sus variadas publicaciones se prolongarán a lo largo del siglo XX: Hay quien prefiere las ortigas (1929),[6] Las hermanas Makioka (1947)[7] y la polémica, por su rigor carnal, La llave (1956)[8] que aborda la relación de un maduro matrimonio que confronta sus gustos eróticos.