Horemheb no tuvo hijos varones, y asoció al trono a su anciano visir, que después sería el faraón Ramsés I.
Aunque esta decisión era del todo legítima, lo más normal es que entre un faraón y su sucesor hubiese una relación familiar y, si no era muy directa, que al menos el nuevo monarca estuviese casado con una princesa real.
Se conoce que ostentó, como nos dice su tumba, el título de Gran Esposa Real, pero los datos respecto a su marido no concuerdan.
Aunque es posible que Tanedyemi fuera reina de Seti I, no hay registro ni vestigios sobre ello.
Pero su caso no es único: al igual que quizás hizo Seti I con Tanedyemy, su hijo Ramsés II también se encargaría de borrar toda la historia familiar de sus dos esposas principales, Nefertari e Isis-Nefert.