La Tabla isiaca es una placa de cobre que estaba consagrada a la antigua diosa Isis.
En ella figuran decenas de dioses egipcios, mostrando sus símbolos y atributos.
Eneas Vico fue el primero que publicó en 1559, en Venecia, una copia grabada de este memorable documento del arte egipcio.
Giacomo Franco la publicó en 1600, en Venecia, perteneciendo entonces a Torcuato, hijo del cardenal Pietro Bembo, habiéndola éste adquirido de regalo que le hizo el pontífice Paulo III que, según se dice, la había comprado a un aserrador.
Muchos sabios han procurado explicar las figuras que se hallan en ella, y la obra que con este motivo ha aparecido escrita con más extensión y acierto es la de Laurencio Pignorius.