A diferencia del tabaco "húmedo", no se encuentra triturado y por ello debe ser masticado con ayuda de los dientes para liberar su sabor y la nicotina.
Casi todos los tabacos modernos de mascar se producen mediante un proceso de curado, cortado, fermentación, y procesamiento o endulzado.
El mascado de tabaco fue la forma más difundida de utilizar tabaco en Estados Unidos hasta que la reemplazó el fumar cigarrillos a comienzos del siglo XX.
Según la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, "Algunos científicos han sugerido que el tabaco sin humo debe ser utilizado en los programas para dejar de fumar y han afirmado implícita o explícitamente que su uso podría reducir en forma parcial la exposición de los fumadores a los carcigénicos y el riesgo de cáncer.
Sin embargo, no existe evidencia disponible que avale estas afirmaciones.