El brocal es generalmente circular, con T. Mayer A unido al exterior en el este-sureste.
Dentro del interior posee un suelo nivelado, marcado tan solo por unos pequeños cráteres.
Estas cúpulas son el resultado de la actividad volcánica.
La denominación en honor de T. Mayer fue adjudicada al cráter por Johann Hieronymus Schröter en 1802.
Por convención estos elementos son identificados en los mapas lunares poniendo la letra en el lado del punto medio del cráter que está más cercano a T. Mayer.