[2] Témeno tuvo varios hijos, entre quienes están: Agelao, Eurípilo y Calias;[3] pero también Agreo,[4] Arquelao,[5] Cárano,[6] Cerines,[4] Ciso,[7] Clito (rey de los aqueos según Higino)[8] y Falces (rey de Sición).
El oráculo, habiendo sido consultado nuevamente por Témeno, le solicitó que realizara un sacrificio expiatorio, desterrar al asesino por diez años y buscar a un hombre con tres ojos para que sirviera como guía.
Los Heraclidas que para entonces se habían convertido prácticamente en amos y señores del Peloponeso, procedieron a distribuir el territorio entre ellos mismos.
Es notable que no hay una mención importante de la invasión Heraclida por Homero o Hesíodo.
La historia fue primero ampliada por las tragedias griegas, quienes probablemente se inspiraron en las leyendas locales que glorificaban los servicios prestados por Atenas a los gobernantes del Peloponeso.