Utiliza micrófonos direccionales angulados con sus rejillas horizontalmente espaciadas unos cuantos centímetros, lo que añade sensación de profundidad y volumen a la grabación.
Cuando más grande sea el ángulo (más espaciado) entre los micros, mayor será la extensión del estéreo.
El par casi coincidente produce una cobertura más ancha del estéreo que la del par coincidente para el mismo ángulo.
La principal ventaja es que este sistema proporciona una localización precisa, una reverberación equilibrada y una calidez en el ambiente.
El principal inconveniente es que, como en el par espaciado, el par casi coincidente no es monocompatible, porque al entrar también en juego el tiempo pueden producirse cancelaciones de fase (efecto peine).