Suele cocerse de forma que quede fuerte, dejando en el amargor un regusto dulce.[4] Los aficionados al té lo clasifican por su aroma (a menudo floral o frutal), sabor y regusto.[6] Los tés oolong más famosos y caros se hacen en esta región, pero la producción siguen considerándose habitualmente ecológica.Como el clima en la zona es muy cambiante, la calidad del té puede cambiar de una temporada a otra.Aunque la isla no es especialmente extensa, es variada geográficamente, con altas montañas escarpadas elevándose rápidamente desde bajas llanuras costeras.En algunas regiones montañosas, los tés se han cultivados a altitudes incluso mayores para obtener un sabor dulce único que supone un precio extra.Es frecuente infusionar las mismas hojas de 3 a 5 veces, siendo normalmente la tercera o cuarta la mejor.[11] Un método ceremonial muy usado de preparar oolongs en Taiwán y China se llama gongfucha.