La sustitución fue una figura creada en 1837[1] en España por la cual el cumplimiento del servicio militar mediante el sistema de las quintas podía desempeñarse por medio de otra persona calificada como "sustituto".
Esta vía junto a la redención en metálico permitieron a las clases acomodadas evitar el cumplimiento personal del servicio militar especialmente en caso de conflictos militares, hasta su desaparición en 1912.
El sustituto debía ser mozo sorteble de la misma provincia o licenciado del ejército.
En 1844, se endureció esta figura al exigirse un depósito público de 5.000 reales en el momento de la sustitución que debía ser entregado al sustituto cuando cumpliese el servicio.
También ante la aparición de casos de fraudes se exgió que se sometiera al sustituto a exámenes rigurosos para comprobar que cumplía con todas las condiciones para ser admitidos en el ejército.