Suspensión concentrada

Dicho sólido se dispersa en una medio líquido que no tiene porque ser acuoso, ya que también se pueden dispersar en Tall Oil (barnices, pinturas, tintas...), aceites vegetales, etc.[1]​ Una vez disperso el sólido, se debe mantener éste en suspensión, y para ello se utilizan una serie de aditivos: dispersantes, espesantes, anticongelantes, humectantes...[2]​ Para poder estabilizar altas concentraciones de sólidos, se necesita de tensoactivos no iónicos, sustancias poliméricas que se adsorben a las partículas y actúan de anclas, evitando que la carga electrostática aglomere las partículas y éstas acaben decantando/sedimentando.

Al tratarse de sólidos hidrofóbicos, estos tensoactivos permiten que se estabilicen en el disolvente acuoso, generando un impedimento estérico que evita el fenómeno físico anteriormente comentado.

Se utilizan polímeros de polimetilmetacrilato, polivinil alcohol, alcoholes etoxilados, etc.[1]​ El uso de una sal como electrolito, en baja concentración (un exceso de electrito genera el efecto contrario), previene la aglomeración de las partículas sólidas según la teoría DLVO (debido a la fuerza iónica).

[1]​ Cuanto más fluida es la suspensión, más rápido acabará sedimentando el sólido y separando una fase acuosa en superficie sin sólido en suspensión.

Para evitar esto, siempre se utiliza uno o más espesantes (goma xantana, arcillas, goma guar, etc).