Luego del servicio militar trabajó en varias posiciones en el Ministerio de Minería e Industria.
Keshtmand fue el primer hazara a la cabeza de un gobierno afgano.
En 1988 Keshtmand renunció a su puesto como jefe de gobierno y fue reemplazado por Mohammad Hasan Sharq.
En abril los fundamentalistas islámicos derrocaron al gobierno y Keshtmand abandonó Afganistán, partiendo hacia Rusia para asentarse definitivamente en Inglaterra.
Keshtmand escribió sus memorias en tres volúmenes: «Registros Políticos y Acontecimientos Históricos» (Reino Unido, 2003).
En ellas defiende al PDPA y la intervención soviética, alegando que el primero trajo la libertad a Afganistán y que lo segundo era necesario para acabar con la dictadura de Amín.