Sufismo

El sufismo (en árabe: الصوفية‎, romanizado: al-Ṣūfiyya o en árabe: التصوف‎, romanizado: al-Taṣawwuf) es un término colectivo para corrientes del islam que tienen tendencias ascéticas y una orientación espiritual a la que a menudo se hace referencia con la palabra misticismo.El término arábico tasawwuf (lit. «convertirse en sufí»), se refiere al proceso de alcanzar ideales éticos y espirituales.[1]​ Como cuerpo místico de práctica religiosa dentro del islam, se caracteriza por centrarse en la autopurificación (tazkiyah), espiritualidad, ritualismo, ascetismo y esoterismo.Los seguidores o practicantes del sufismo son llamados «sufíes» (en árabe: صُوفِيّ‎, romanizado: Ṣūfī) o «derviches» (en persa: درویش‎, romanizado: darvish), e históricamente han pertenecido a menudo a diferentes «órdenes» llamadas tariqa (pl.[13]​ Los elementos centrales de las diversas enseñanzas prácticas y teóricas incluyen a menudo una creencia en la unidad de todo lo que existe, un «significado interno» (en árabe: باطن‎, romanizado: batin) del corán, una cercanía o inmediatez individual a Dios, así como correspondientes versos coránicos ejemplares y hadices tradicionales normativos e informes biográficos sobre Mahoma.[14]​El sufismo surgió muy temprano en la historia islámica, en parte como reacción contra la mundanidad del primer califato omeya (661-750) y principalmente bajo la tutela de Hasan al-Basri.Los sufíes también desempeñaron un papel importante en la difusión del islam a través de sus actividades misioneras y educativas.Según William Chittick, «en un sentido amplio, el sufismo puede describirse como la interiorización e intensificación de la fe y la práctica islámicas».También es usado para definir grupos esotéricos desvinculados del islam, como algunas formas de sincretismo Nueva Era.Un maestro actual, Shaij Nazim al-Qubrusi, ha dicho «es otorgar a cada cosa su realidad», o como dicen otros, «vestirse con las más nobles características (makarim al-ajlaq)».El término taṣawwuf, derivado de la raíz ṣ/w/f, desde su aparición se le han asociado varias etimologías.Otra de las etimologías lo asocia a pureza (ṣafā), pues consideran que ese es el elemento distintivo del sufí.[33]​ Pero siempre este tipo de clasificaciones son inexactas, y no deben ser más que un guion o herramienta para entender el discurrir histórico del sufismo.De ahí que las primeras líneas iniciáticas tengan como eslabones a personajes célebres en otras ciencias.Otra de las figuras cruciales será una mujer, Rabia al-Adawiyya (f. 801), que en cierta manera trasciende el concepto de ascesis que marca más al-Basri, y que incide en el camino del Amor (mahabba e išq) y la Sinceridad (ijlāṣ) con Dios, como principales motores del camino espiritual, al hacer más hincapié en algunos aspectos del Corán y las narraciones proféticas.Posteriormente Huŷwiri o Ibn 'Arabi considerarán que estos son los más altos estadios de la jerarquía iniciática del islam.También intenta conciliar las aparentes divergencias que surgieron entre realidad espiritual y ley religiosa, aunque esa labor no se verá completada hasta la llegada de Al-Ghazali.Pero quizás la figura que marca un punto de inflexión sea Abu Hamid al-Ghazali (f. 1111) y su hermano Ahmad (f. 1126).Este gran santo musulmán, conocido como Al-Gawz, el intercesor divino, es uno de los más reputados maestros del sufismo oriental.A él se remiten la mayor parte de las cadenas iniciáticas, y sus enseñanzas, recogidas por sus discípulos, todavía son estudiadas.En Asia central la mayoría de las líneas iniciáticas se remiten a Abu Yazid al-Bistami.Este, aunque no formó una tariqa, dejó una impronta en el lenguaje, la expresión y pensamiento del sufismo posterior a su obra, tanto en sus defensores como entre sus detractores.Sus poemas siguen suscitando gran interés, a la vez que ha influenciado decisivamente la literatura de lengua persa, turca, urdu y pastún.Esta orden persa dio lugar a la Nurbajshia, una rama que se extendió en el ámbito chií a partir de Muhammad Nurbajsh (f. 1464), y que hoy en día está presente en el mundo Occidental.Nacido en Alepo, fue un estudioso de las ciencias islámicas que entró en contacto con diversas turuq, entre ellas la Qadiriyya y la Shadhiliyya.Otra de las turuq del Jorasán fue la Naqshbandiyya, que recibe su nombre por Baha al-Din Naqshband (f. 1389), aunque los cimientos y principios ya los estableció Abd al-Jaliq al-Guydawani (f. 1389).El siguiente maestro importante es Ahmad al-Zarruq (f. 1494), conocido por ser uno de los impulsores del movimiento usuli.Otro tipo de práctica es la audición espiritual (sama'), que en muchas ocasiones se incluye en la anterior.Estas prácticas suelen hacer uso de poesía sufí tanto en árabe como en otros idiomas como el persa o el turco, de autores como Hafiz, Sanai, Ibn al-Farid, Rumi, Shushtari, Abu Madyan, Mustafa al-'Alawi, etc.También el sufismo en la esotérica tiene parecido a sunismo, y se puede decir que la gnosis islámica cristalizó en la forma del sufismo en el mundo suní, mientras llenó toda la estructura del chía, especialmente durante su primer tiempo.
Seis maestros sufíes, año 1760.
Mausoleo del santo sufí Shah Rukn-e-Alam, en Multan ( Pakistán ).
Danzantes derviches o mevlevíes frente a la tumba de Rumi , en Konya (Turquía).
Templo sufí en Katwijk ( Países Bajos ).
Un sufí cae en trance en Jartum ( Sudán ).
Keşkül s (grandes cuencos). Los derviches usan estos cuencos cuando mendigan, proceso por el cual intentan superar su vanidad personal y arrogancia, una de las prácticas más comunes del sufismo.
Sama sufí.