Fueron denominados OSNI (acrónimo de Objeto Sumergible No Identificado), debido a que nunca se mantuvo contacto con ellos, por otra parte, las dimensiones reportadas eran inusualmente grandes.
La Fuerza Aérea y la Armada desataron un ataque, pero el presunto navío logró huir.
La segunda incursión aconteció en octubre de 1959, en el mismo golfo; otra vez se desplegó un ataque contra el buque sin identificar, pero nuevamente los esfuerzos fueron en vano, y el submarino volvió a escapar.
Se lanzaron varios torpedos de guía electrónica, pero ninguno dio en el blanco.
En ningún momento los mandos militares permitieron a los periodistas acceder al lugar, tampoco sobrevolar el golfo.