Es un coco (bacteria redonda) gram positivo que al microscopio se dispone en cadenas (estreptococo), beta-hemolítico, catalasa negativo, oxidasa negativo y anaerobio facultativo, caracterizado por presentar en su pared el grupo B de antígenos del sistema de Lancefield.
El EGB posee una cápsula bacteriana de polisacárido rica en ácido siálico y según su estructura se distinguen 10 serotipos antigénicamente diferentes (Ia, Ib, II-IX).
[5] Las cepas hemolíticas de EGB cuando se cultivan en agar granada (medio granada)[7] se desarrollan como colonias rojas pues producen un pigmento poliénico no isoprenoide de color rojo –granadaeno-[8] específico del EGB que permite su identificación inmediata.
[9] La identificación del EGB puede también llevarse a cabo usando la técnica de MALDI-TOF (Matrix Assisted Laser Desorption Ionization- Time of Flight Mass Spectrometry).
[4][9] EGB puede encontrarse, como comensal, sin producir enfermedad (microbiota normal), en el aparato digestivo, urinario y genital hasta en un 30% de los adultos, (colonización), incluyendo la mujer embarazada.
Entre los principales factores de virulencia del EGB pueden citarse[15] el polisacárido capsular y la beta hemolisina (considerada idéntica al pigmento).
Los recién nacidos pueden contraer la infección intraútero o más frecuentemente al pasar por el tracto genital durante el parto.
[12] La mortalidad por EOD que en los años 70 era de un 50% ha declinado actualmente en los países desarrollados a un 4-8%, fundamentalmente por los avances en los cuidados neonatales, siendo más alta entre los recién nacidos prematuros.
Cuando LOD cursa como meningitis son frecuentes las secuelas permanentes como retraso mental o sordera.
[31] La única alternativa que, hasta ahora, se ha mostrado eficaz para prevenir la infección neonatal precoz por EGB es administrar por vía intravenosa a la gestante colonizada por EGB un antibiótico adecuado (profilaxis antibiótica) durante un mínimo de 4 horas antes del final del parto.
[21][24] La alternativa más eficaz para prevenir la infección por EGB será una vacuna capaz de provocar una adecuada respuesta inmune.
[38][39] Pero aunque existen estudios y ensayos clínicos avanzados, una vacuna efectiva aún no está disponible para su uso generalizado.
[12][24] El EGB es también capaz de causar infecciones graves en adultos, fundamentalmente en personas con condiciones predisponentes como obesidad, diabetes, cirrosis, edad avanzada y cáncer.
Gentamicina asociada a penicilina (para conseguir sinergia, efecto sinérgico) puede usarse en el tratamiento de infecciones graves.
[50] EGB se ha encontrado también en múltiples especies animales como pollos, camellos, caballos, lagartos, ranas, hámster, gatos, ratones, monos y peces.
[52] Para prevenir estas infecciones en peces causadas por EGB se está intentando el desarrollo de vacunas.