Con 20 años y alcanzados los 2,18 m (7′ 2″) de estatura, ya estaba afianzado como pieza fundamental en el Zadar.
Tiene un hermano 4 años más joven, Josip Vranković, que también jugó al baloncesto de manera profesional, aunque su carrera fue mucho menos mediática.
Eso permitió al Zadar volver después de muchos años a dicha competición.
Sin embargo, en los años siguientes comenzó a alternar grandes actuaciones con momentos lamentables, en los que redujo aún más su limitado juego ofensivo.
Fue en 1990 cuando por fin desembarcó en la NBA, fichado por los Boston Celtics, que lo habían tanteado y cortejado durante los últimos años.
Era la temporada 1995-96, y, tirando de talonario, el Panathinaikos consiguió fichar a Dominique Wilkins, antigua estrella NBA.
Su actuación de nuevo fue decepcionante, y tras jugar sólo 2 partidos en la temporada 1998-99, su aventura americana acabó para siempre.
Sus números en las dos etapas hablan por sí solos: en 5 temporadas, jugó 170 partidos (2050 minutos), y consiguió más rebotes (516) que puntos (473).
Volvió a Croacia para colaborar con la Cibona, club por el que quiso fichar para jugar un último año (sus lesiones lo impidieron), y también para presidir la "Fundación Dražen Petrović".