Sin embargo, acabó como máximo anotador del equipo con 17,8 puntos pese a ver recortados sus minutos de juego y sus opciones en ataque y clasificando al equipo verde para los playoffs (en el 94 faltaron a ellos).
Allí caerían con honor por 3-1 contra los a la postre finalistas aquel año los Orlando Magic de Shaquille O'neal y Anfernee Hardaway con una actualización memorable de Wilkins en la victoria en el tercer partido con 22 puntos y 18 rebotes.
También logró ganar la Copa Griega con 35 puntos en la final contra Olympiakos, histórico rival, siendo nombrado nuevamente MVP.
Allí se juntaría con otras leyendas del basket europeo como David Rivers, Carlton Myers y Gregor Fučka, aunque les faltaba un pívot dominante.
Eso decidiría la serie 2-1 a favor del Kinder, que acabaría ganando la Euroliga.
Sí consiguió ganar la Copa de Italia, donde vencieron en la final al Benetton Treviso.
Regresó de nuevo a la NBA para jugar una última temporada con los Orlando Magic con 39 años recién cumplidos, donde su participación fue testimonial debido al lockout que le hizo estar parado demasiados meses y un entrenador que sólo priorizaba la defensa como Chuck Daly.
Sus giros de 360 grados, sus mates Tomahawks serán siempre recordados por el buen aficionado al baloncesto.
Participó en 5 concursos de mates del All Star Game, y consiguió ganar en 2 ocasiones.
En su primera participación, en Denver en 1984, finalizó en tercera posición, detrás de dos grandes leyendas en lo que a mates se refiere, como Larry Nance y Julius Erving.
En 1990 decidió participar por última vez, teniendo que enfrentarse a estrellas emergentes como Shawn Kemp, Kenny Smith o Scottie Pippen, logrando su segundo y definitivo título de mejor "matador".