Cuando Tintín y Haddock vuelven a casa, descubren que el consentido e insoportable hijo del emir Abdallah ha sido enviado a Moulinsart para su protección, junto con un séquito de sirvientes y guardianes que se instalan en el hall del castillo.
Hernández y Fernández informan a Tintín que saben de Alcázar porque le están investigando.
Tintín decide ir a Khemed y rescatar al emir; a regañadientes como de costumbre, el capitán decide ir con él, además no se quiere quedar solo con Abdullah y sus bromas de mal gusto.
Dawson ve cómo Tintín se entromete de nuevo en sus asuntos y decide eliminarlo.
Una vez extramuros un guía con caballos les conduce hasta el refugio del depuesto emir (basado en la antigua ciudad jordana de Petra).
Son atacados por los Mosquitos de nuevo, Tintín se las arregla para derribar uno con un StG-44 alemán pero la goleta en la que viajan sufre numerosos daños y finalmente naufragan junto a Piotr Pst, el piloto estonio del avión derribado.
Esa noche son encerrados por Allan, el antiguo primer oficial de Haddock, cuando súbitamente la tripulación del Ramona escapa del barco por un incendio a bordo y el miedo a que este estalle.
Los prisioneros fuerzan la puerta y consiguen apagar el fuego, sin entender que toda la proa está cargada de explosivos.
En navegación, «coque» se refiere normalmente al carbón empleado en las calderas, pero no es lo que cargan.
Entonces se aproxima un dhow y sube al barco un árabe que desea inspeccionar el "coke".