Stjepan Filipović

Ya en las primeras batallas, mostró su coraje, y por las hazañas que había hecho durante el ataque a Lajkovac, el 15 de agosto de 1941, fue elogiado por el comandante del cuartel general del personal principal de Josip Broz Tito.A fines de septiembre, fue trasladado al Podrinski Partisan Distachment, donde se desempeñó como comisario político del destacamento.Estaba gritando consignas antifascistas en sus perchas con las manos levantadas en sus puños altos y apretados.Mientras le ponían la soga alrededor del cuello, Filipović, de manera desafiante levantó las manos y denunció a los alemanes y sus aliados del Eje como asesinos, gritando "¡Muerte al fascismo, libertad al pueblo!".Instó al pueblo yugoslavo a resistir y les imploró que no cesaran la resistencia.En ese momento, una fotografía posteriormente famosa fue tomada, de la cual se realizó una estatua.