Para esa fecha se comenzaron a fabricar diversos prototipos, ya muy innovadores, que combinaban el uso casi total de materiales plásticos, con la configuración bullpup, es decir, con el cargador situado detrás del gatillo, inserto en la culata del arma.
El problema de una configuración bullpup es que afecta al equilibrio del arma y obliga al operador a modificar el hábito de extracción y reposición del cargador.
Estos iniciales trabajos de desarrollo estaban coordinados por el coronel austríaco Walter Stoll.
Ya habían existido intentos de lograr esto durante el siglo XX, pero nunca con firme convicción o resultados exitosos.
Cambiando algunas piezas, el usuario puede convertir su arma en un subfusil, en un fusil de francotirador, o en una ametralladora ligera.
La configuración de subfusil, por su parte ya que utiliza la munición 9 x 19 Parabellum, requiere el cambio del cañón, el conjunto cerrojo/portacerrojo y la adaptación de un cargador especial con un sistema dedicado, pues esta munición es más corta y gruesa.
Simplemente sacando el módulo dañado, se lo puede reemplazar completamente en pocos segundos.
Las únicas piezas metálicas son el cañón y algunos componentes del sistema de disparo.
Ha habido siempre muchas "anécdotas" sobre fusiles AUG que se derriten, pero todas han demostrado ser simplemente leyendas urbanas.
Posee 6 estrías con paso dextrógiro y tiene cromada el ánima, lo cual aumenta enormemente su vida útil, que se estima en 15.000 disparos.
Debajo de todos los cañones hay una empuñadura plegable, aunque en la versión del subfusil esta es fija.
Puede agregarse, opcionalmente, un engarce para la bayoneta y un lanzagranadas monotiro de 40 mm.
Pero al mismo tiempo se quería un cañón que pudiese satisfacer los pedidos de cualquier otro solicitante.
En lugar del guardamano convencional, hay una empuñadura que puede doblarse bajo el cañón para ahorrar espacio cuando no se utiliza.
Esto hace que el AUG se parezca mucho a un subfusil, incluso cuando no lo sea.
Sin embargo, parece ser que para habilitar esta opción es necesario modificar algunos mecanismos de manera no tan sencilla.
Inserto en la culata, este está formado casi exclusivamente de piezas hechas en material sintético.
El visor Swarosvski tiene 1,5 aumentos, y está dotado de una retícula circular que facilita bastante la adquisición del blanco.
Además, permite servir de referencia para saber la distancia al blanco, lo cual sin duda es importante.
Algunas versiones del tubo agregan a esto inserciones de material autoluminiscente para poder apuntar en la oscuridad sin mayores problemas.
Además, hay versiones del asa que vienen con un riel táctico superior plano (AUG A2), en donde pueden insertarse virtualmente todo tipo de visores existentes, sean ópticos u optrónicos (de visión nocturna, para francotirador, etcétera) para casos especiales.
De especial interés para los grupos comandos, este dispositivo le permite al usuario realizar inmersiones de hasta 70 metros sin tener que preocuparse por qué la presión del agua pueda dañar el visor.
Y así le facilita al usuario una más rápida adquisición del blanco.
Es así que, por un lado, se emplea menos tiempo y dinero para el entrenamiento del soldado.
Fue tal vez lo más interesante y revolucionario del AUG, ya que está hecho de un material plástico llamado Makrolon, de gran resistencia al impacto, que es totalmente translúcido.
La experiencia adquirida en combate ha hecho que esta modificación tan radical dentro del diseño de armas portátiles se acepte.
Como la compañía no quería perder posibles clientes debido a esto, diseñó un adaptador que permitía usar los cargadores tradicionales de metal.
El AUG no tiene selector de disparo, lo cual puede parecer peligroso a primera vista.
Hay naciones que, siguiendo el ejemplo de los Estados Unidos (a partir del uso del M16 en Vietnam), quieren limitar el fuego automático, generalmente logrando ráfagas de dos o tres disparos.