Los primeros disparos de la batalla fueron hechos por el HMS Canopus que estaba anclado en la rada como escolta.
Sus disparos fueron reglados desde una pequeña colina en la península, en adelante llamada Monte Canopus.
En la Segunda Guerra Mundial, durante la batalla del Río de la Plata en diciembre de 1939, el Admiral Graf Spee se concentra fuego sobre el HMS Exeter infligiendo unos 40 golpes directos y causando grandes daños.
Debido a la falta de alojamiento, por un tiempo, las tropas británicas habitaron en los barcos anclados en esta rada.
Esto continuó hasta que la provisión adecuada se hizo en otros lugares.