Fue inaugurado en 1989 y es utilizado por el club Nîmes Olympique que desde la temporada 2018-19 milita en la Ligue 1, la máxima categoría del fútbol francés.
El diseño es de los arquitectos Marc Chausse y Vittorio Gregotti.
Gregotti también fue responsable de la reconstrucción del Estadio Luigi Ferraris en Génova.
Dentro de la arena hay instalaciones para baloncesto, fitness, esgrima y artes marciales.
El nombre del estadio se remonta a la región vinícola Costières de Nîmes.