Maurice et Patapon, el perro y el gato anticapitalista o el policía Marcel Keuf son buena muestra de ello.
En la revista Fluide Glacial firmaba una sección llamada La fatwa de l'Ayatollah Charb.
Desde entonces Charb y otros dos compañeros empezaron a tener protección policial.
[5] Perseguido por sus sátiras y caricaturas, Al-Qaeda lo incluyó en 2013 en su lista de los más buscados.
Siempre estaba en la vanguardia de los enfrentamientos con fundamentalistas tanto musulmanes como cristianos.