El spjót (del nórdico antiguo: lanza;[1] IPA: [spjɔut]) si no fue posiblemente el arma de guerra más popular, sí fue bastante común entre los vikingos, posiblemente porque el acero para su fundición era de una calidad inferior a la usada en hachas (öx) y espadas, por lo tanto mucho más asequibles.
Las cabezas de metal, según las sagas nórdicas se sujetaban con un pasador que a veces era retirado para que el enemigo no pudiera reutilizarlas adecuadamente.
La popularidad del spjót era cultural y religiosa, al ser Gungnir el arma preferida del dios Odín, fue indispensable en el arsenal de los guerreros durante la era vikinga.
[3] El spjótsprika o «lanza menor» (en nórdico antiguo, literalmente quiere decir «insignificante»).
64) se menciona que Hráppur Sumarlíðason siempre la llevaba consigo.