Se decidió su reconocimiento y explorar posibilidad de recuperación.
La estación comenzó a vagar sin control rotando sobre su eje en forma axial, con los sistemas desconectados y se decidió intentar su recuperación mediante la misión Soyuz T-13.
Tras el acoplamiento manual comprobaron, con cuidado, que el aire del interior de la estación, aunque muy frío, era respirable, y que una capa de escarcha recubría las paredes.
El control de tierra no pudo detectar la avería debido a un problema en la telemetría.
Los cosmonautas de la Soyuz T-13 utilizaron su nave para girar todo el complejo y apuntarlo hacia el Sol para comenzar a recargar las baterías que quedaban en buen estado.