La localidad está situada a unos 34 kilómetros al noroeste de Siracusa, en el valle del Anapo.
Está compuesta de cinco mil grutas que fueron excavadas por varias generaciones de homínidos, quizás por los primeros hombres de Neanderthal, seguramente por los primeros sapiens del paleolítico y el neolítico.
La obra fue terminada en tiempos prehistóricos por la civilización pantalica, que las reutilizó como tumbas.
Emblemática fue la ayuda que Pietro Gaetani brindó a la reconstrucción Gaetani en la colina de Aita, donde aún se encuentra, después del devastador terremoto de 1693, que azotó toda la costa oriental de Sicilia.
Puede consumirse también el producto "blanco", pero la tradición hace que se prefiera el cunzatu (sazonado) con miel cocida a fuego lento durante varias horas.