[1] Esta sonata es la primera de la serie del denominado «periodo tardío» beethoveniano, en el cual sus creaciones musicales toman una dirección más íntima, personal e incluso introspectiva.
La naturaleza más íntima de sus últimas sonatas probablemente tenga relación con su sordera, que a estas alturas era casi total.
La primera impresión tuvo lugar en enero de 1817 y se hizo pública al mes siguiente, tras varios retrasos.
Aunque esta obra precedió inmediatamente a la famosa e imponente Sonata para piano nº 29 Hammerklavier, y fue precedida a su vez por varias obras más conocidas, se trata de una obra maestra.
La indicación de tempo aparece en alemán Etwas lebhaft und mit der Innigsten Empfindung, que quiere decir "Algo vivaz y con el más íntimo sentimiento", y en italiano Allegretto ma non tropo.
Las indicaciones en la partitura evidencian que el compositor esperaba llamar la atención del pianista sobre las muchas sutilezas de la pieza.
La serenidad vuelve hacia el final del movimiento, pero ahora transformada y más oscura, como reconciliada con un destino trágico.
[3] El segundo movimiento está escrito en la menor, en compás es 4/4 y adopta una forma ternaria.
La indicación aparece en alemán Lebhaft, marschmässig, que significa "Vivaz, marchando", y en italiano Vivace alla marcia.
Es como si la naturaleza dual del primer movimiento se ampliara aquí para mostrar un abismo más grande, mayores extremos de sentimientos.