Sonata para piano n.° 7 (Skriabin)

Como las demás últimas sonatas para piano de Scriabin, la música es muy cromática y casi atonal.

[2]​ Según algunos informes, Skriabin temía la sexta sonata, considerando que la obra estaba corrompida por fuerzas demoníacas y llegó al extremo de negarse a tocarla en público.

[2]​ El tema marcado como "avec une céleste volupté" (con una voluptuosidad celestial) presenta melódicamente una armonía que se repite a lo largo de la sonata.

Los pasajes a lo largo de la sonata imitan relámpagos, nubes perfumadas y campanas distantes.

Sin embargo, Sviatoslav Richter la interpretó varias veces a lo largo de su carrera y la tocó en giras hasta 1994.