Las cámaras funerarias se adornaban con muebles, joyas y otros objetos de lujo pertenecientes al difunto.
Por supuesto, no todos los etruscos tenían recursos suficientes para financiar grandes y caras necrópolis.
Los villanovanos, sus antecesores inmediatos, vivían sin ostentaciones gracias a la agricultura, fabricando instrumentos sencillos.
Se conocen distintos textos datados en el siglo VII a. C. que ratifican la potencia naval de los etruscos.
Sus inscripciones muestran que las familias eran una especie de instituciones cerradas semejantes a las gens romanas.
Por esa época las culturas italianas no tenían países consolidados, el primero de los cuales sería Roma, creado como desarrollo del sistema etrusco.
Probablemente a estas ciudades se refiriera la palabra methlum: "distrito" o "división territorial".
Los textos etruscos nombran un gran número de magistrados sin entrar a detallar sus funciones.
Una vez al año los Estados celebraban un fanu (en latín, fanum), es decir, los gobernantes se reunían en un lugar considerado sagrado para dirimir cuestiones políticas y militares, así como para elegir un lucomo, palabra con que designaban al líder de todos, que ocuparía su puesto durante un año.
La confederación etrusca celebraba un fanum Voltumnae en el altar de Voltumna; su liga era llamada entonces duodecim populi Etruriae.