Los estudios técnicos sobre un posible sobrevuelo tripulado a Venus fueron desarrollados principalmente en la década de 1960 por EE.
UU. y la URSS en el contexto del período de la carrera espacial.
Estaba basada en un cohete Saturno V modificado de manera similar a lo que sería posteriormente la estación espacial Skylab.
Coincidiendo en el tiempo, se desarrollaron varias propuestas similares en la Unión Soviética, la principal de las cuales, la nave interplanetaria TMK-MAVR, estuvo a cargo del OKB-1.
Por parte soviética, el último lanzamiento de un N-1 en noviembre de 1972 y la cancelación del proyecto en 1974; y por parte estadounidense, el último lanzamiento de una nave espacial Apollo y un cohete Saturno (un Saturno IB) en julio de 1975 (misión Apollo-Soyuz), modificarían notablemente el panorama de la carrera espacial, por lo que ambas iniciativas serían posteriormente desechadas por los dos países, dedicándose los recursos estadounidenses al programa del transbordador espacial y los soviéticos al cohete Energía y la estación espacial MIR.