En unos fragmentos antiguos (de aproximadamente 3000 a. C.) se descubrió un Lebrel parecido a un Sloughi.
Aun así, un Sloughi no necesita más ejercicio que otros perros de medida similar.
El Sloughi casi se mantiene sin alteración desde tiempos antiguos y conserva una salud genética robusta.
Pocas enfermedades genéticas afectan a la raza, en particular la atrofia retinal progresiva (PRA).
Afortunadamente en el caso del Sloughi esta afección puede detectarse con una pequeña muestra de sangre, y los criadores están trabajando para eliminar la PRA.
Con buenos cuidados la raza tiende a disfrutar de salud excelente hasta una edad avanzada.