Asedio de Megalópolis

El conflicto se denominó «guerras de los Diádocos» y duró décadas (321-281 a. C.).

Este no reconocía a Poliperconte como regente y se había coligado con Casandro.

Los defensores de la ciudad aprovecharon la noche para erigir una empalizada allí donde se había hundido la muralla y apostaron arqueros y catapultas junto a ella para mantener al enemigo a distancia.

La estampida infligió nuevas bajas a los sitiadores, que se desmoralizaron y perdieron todo interés en proseguir el cerco.

[4]​ El fracaso ante Megalópolis supuso un grave desprestigio a Poliperconte y varias ciudades griegas se pasaron al bando de Casandro.

Poliperconte quedó reducido a la posición de rival menor en las disputas entre los diádocos.