El grueso de los grupos vascones había vuelto ya a sus montañas y los exiliados se dispusieron a hacer frente al ejército real con la presencia únicamente del contingente vascón de Aquitania.
El hecho de que, a pesar de no haber tomado Zaragoza (aunque seguramente dominaban otras plazas), no hubieran vuelto a Aquitania o Francia al final del buen tiempo indicaría que la lucha se planteaba en términos decisivos.
La batalla decisiva parece haberse entregado en diciembre, y Recesvinto obtuvo una victoria completa.
Centenares de partidarios de Froya, que empleaba el título real, murieron en la lucha y el mismo líder rebelde parece que fue capturado y ejecutado con rapidez.
Algunos rebeldes pudieron volver a Aquitania, pero la mayoría murieron o fueron capturados.