Sitio de Breda (1577)

Tras cinco meses de conversaciones diplomáticas infructuosas y dos meses más de asedio los soldados de la guarnición alemana, desobedeciendo a su mando, rindieron la ciudad a cambio del pago del dinero acordado con los neerlandeses.

Hacia 1566 - 68, las provincias del norte de los Países Bajos, hasta entonces bajo dominio español, iniciaron una lucha contra España (la guerra de los ochenta años o guerra de Flandes), motivada por la presión fiscal y por las intransigencias religiosas españolas hacia el protestantismo mayoritario en el norte de los Países Bajos.

Éste esperaba que ante la inminente salida de las tropas españolas la ciudad volviera a sus manos, pero como quiera que Guillermo se había negado a aceptar el Edicto Perpetuo, no podía reclamarla oficialmente.

Los soldados alemanes se negaron a abandonar la plaza alegando que según los acuerdos del Edicto Perpetuo tenían derecho a ocuparla hasta que los Estados Generales hubieran satisfecho totalmente el pago de los salarios de los tercios alemanes.

Los soldados alemanes, atraídos por la promesa de la paga, dirigidos por Hans Jacob von Castell, teniente coronel de la guarnición, apresaron a su coronel Fronsberg y entregaron la plaza a los holandeses.