Todo parecía indicar que el pujante aumento no iba a detenerse.
Poco tiempo después Rosario pasó a contar con servicios de carruajes tirados por caballos, que se desplazaban sobre rieles: el tranvía.
[7] A principios de 1873 se crea el ramal hasta la estación del Ferrocarril Central Argentino (calle Corrientes esquina avenida Wheelwright).
Hacia 1882 la Compañía Anónima Tramways del Rosario alcanza los 12 coches, 30 empleados y 60 caballos de uso diario.
En mayo de 1886 se inauguró la primera línea del Tramway Anglo-Argentino, con cabecera en la estación del Ferrocarril Central Argentino y un circuito que atravesaba el por aquel entonces pequeño conglomerado urbano rosarino.
[8] En 1888 inició su servicio el Tramway del Saladillo, que vinculó a la zona céntrica con el distrito residencial de la zona sur próximo al balneario instalado sobre el arroyo Saladillo.
A partir de entonces, no se incorporaron otras empresas, sino que las preexistentes construyeron nuevas líneas.
Cuando en 1905 se licitó el sistema de transporte eléctrico la ciudad contaba con 130.000 habitantes.
Frente a este escenario, la CGTER tendió vías sobre Bulevar Rondeau hasta la Usina Sorrento, mediante las cuales las zorras transportaban cargas de maíz, sorgo y mijo.
[6] En 1911 hace una efímera aparición el automotor destinado al transporte urbano de pasajeros.
[6][10] En 1928, la agitación social tuvo a obreros tranviarios y portuarios como protagonistas de diversas protestas.
Tras la presión del gobierno nacional, la CGTER tuvo que saciar las demandas de sus empleados.
La misma conectaba el área central con el balneario ubicado sobre el arroyo Saladillo, en el extremo sur de la ciudad.
Los rieles estaban ubicados junto a los cordones de la Avenida San Martín.
Ante ello, operarios municipales levantaron las vías en la intersección de Avenida San Martín y calle Ayolas.
Durante los años siguientes las acusaciones entre ambas partes, el estado municipal y la CGTER, salieron a la luz.
[9] Durante 27 días la ciudad se quedó sin servicio de tranvías.
Los gobiernos local y provincial se volcaron por una alternativa novedosa: municipalizar el transporte público de Rosario.
Ésta intervención constituyó la primera municipalización de gran escala que se realizó en las ciudades argentinas.
La compañía saliente fue resarcida económicamente por los años que restaban para el término de la concesión original hasta el año 1960.
Se experimentó la construcción de tranvías mecánicos impulsados con motores a explosión, los cuales fueron apodados Santa Marta.
La misma continuó reparando y manteniendo la flota tranviaria, sin construir nuevas líneas.
La empresa sustituye los cobradores a bordo por sistemas prepagos de tarjetas magnéticas.
En 1982 la empresa desarrolla un avance tecnológico para ese momento: el Electrobús,[16] un vehículo autónomo alimentado por baterías.
Durante su gestión se dispone ordenar la concesiones del transporte público, casi en su totalidad vencidas.
Tras ser nuevamente adjudicada a otra prestataria, 20 de Junio SRL, resulta abandonada por considerarse no rentable.
[50] [51] [52] [53] Durante 2017 la empresa estatal Movi Rosario SAU incorpora 40 unidades cero kilómetro Metalpar sobre chasis VW 18280 motor MAN.
Harían lo propio las firmas Rosario Bus SA en 2018 y El Cacique SA en 2019 con coches cero kilómetro carrocería Metalpar sobre chasis VW 18280 motor MAN y Metalpar sobre chasis Mercedes Benz O500U, con la nueva imagen para la flota urbana de la ciudad: coches de color azul celeste y rotulados en color blanco.
Se reciclan también coches con hasta diez años de antigüedad, según lo admitido por normativa.
Esta situación crítica llevaría a un nuevo escenario en el transporte público rosarino.