Luis Cándido Carballo

[4]​ Rosario padecía un crónico problema con la recolección de la basura, que se realizaba con viejos carros municipales tirados por caballos, rápidamente dispuso de una flota de camiones.

[5]​ Lo mismo ocurría con el transporte público que poseía tranvías (el cual canceló, con el argumento de la "obsolescencia"), y tres líneas de ómnibus que en poco tiempo se incrementaron con un mayor número de colectivos y ampliación de los recorridos y nuevas líneas.

Intervino en el anárquico mercado de taxis, y los transformó en un servicio público bajo control de las autoridades municipales.

Proyectó las avenidas de ingreso a la ciudad; el viejo Bulevar Rondeau se transformó en una autopista.

[cita requerida] Carballo murió el 11 de julio de 1982,[3]​ cuando su voz reclamaba abandonar la “aventura de las Malvinas”, que vaticinaba le iba a costar a la Argentina varias décadas de retraso en su derecho para recuperar la soberanía sobre las islas.