Así dirigió conciertos en varios países escandinavos, y también en Holanda (1912), en Alemania (1913), en Inglaterra (fue a Londres en 1923), en Francia (en París).
Pero no recibió una interpretación pública en el Reino Unido hasta 1962, bajo la dirección de Bryan Fairfax.
Kahnt, Leipzig), una suma significativamente superior a la que solía recibir de sus editores.
[4] Como en las dos anteriores, también en la Tercera Nielsen se mantiene fiel a la tradicional división en cuatro movimientos, con los dos movimientos extremos en tiempo de Allegro, enmarcando un Andante meditativo y un Allegretto (colocado en lugar del minuetto con trío clásico).
Por otro lado, la obra se revela absolutamente personal y en ella la cualidad melódica es recuperada y coordinada por Nielsen en un estilo original, ya iluminado con un esplendor esmaltado, ya oscurecido por una grisura fatalista[5] .
Si en la música de Nielsen podemos reconocer reminiscencias del paisaje autóctono, se traducen en sonoridades brillantes, en una nueva profundidad polifónica, en una espacialidad inquieta y en un activismo optimista que, incluso en este Allegretto, superan y dejan atrás cualquier atisbo de pasión romántica[1].