El detonante para su creación fue un decreto municipal que anunciaba lo siguiente: Evitarse las infecciones en los tranvías.- Queda terminantemente prohibido permitir la subida a los coches con cualquier bulto voluminoso que pueda entrar en contacto con los demás pasajeros, así como las personas con muestras visibles de desaseo o cuyas ropas puedan contaminar a los demás pasajeros o despidan mal olor.
Cualquier pasajero tendrá derecho a que los cobradores hagan salir del coche a tales personas.El decreto se había hecho porque algunas señoras de clase alta habían denunciado que las canastas y las polleras de las cholas eran incómodas y antihigiénicas.
Curiosamente, ya había una segregación en el tranvía, según la cual las cholas solo podían acceder a los vagones más baratos.
Además, como consecuencia de la Guerra del Chaco, muchas mujeres habían perdido a sus maridos y habían tenido que hacerse cargo económicamente de sus familias, por lo que tomaron mayor protagonismo en la sociedad.
Además, le había dado un nuevo aire a la Federación Obrera Femenina, fundada en 1927.