Residió algún tiempo en Barcelona (España), donde cursó la carrera de Matemáticas que se consideraba esencial para los oficiales navales y de artillería.
No tuvieron éxito, y la Cisplatina fue anexada al Imperio del Brasil, debiendo Blanco huir a Buenos Aires.
Su actuación en el Congreso no fue destacada, y votó favorablemente la constitución argentina de 1826.
Regresó a la Banda Oriental tras la disolución del Congreso al año siguiente.
Blanco fue elegido diputado a la Asamblea General Constituyente y Legislativa del Estado Oriental del Uruguay, que se reunió en San José de Mayo a partir del 22 de noviembre de ese año, y fue su primer presidente.