El término latino procede a su vez del griego σιρός ("sirós"), con el mismo significado.
El acceso a la vivienda está recubierto de cal para mitigar las temperaturas estivales.
En el interior, paredes, techos y suelos aparecen recubiertos igualmente de cal.
En las habitaciones interiores se abren ventanas verticales denominadas "lumbreras" que, además, sirven de ventilación a la casa.
Por otro lado, los habitantes de los silos en algunos lugares quedaban más expuestos a los devastadores efectos de las riadas que ocasionalmente han afectado a la zona en los siglos XIX y XX.