La remoción del tejido glandular mamario afectado y la reconstrucción (inmediata o diferida), son los objetivos principales.
Los pacientes que sufrieron inyección percutánea e intraglandular de siliconas, fundamentalmente de tipo no médico o industrial, deben recurrir a tratamientos poco alentadores, que nunca terminan por conformar al paciente ni al médico cirujano.
Por otro lado, la relación médico-paciente, habitualmente es difícil en el primer momento, donde se plantean las opciones terapéuticas y sus posibles resultados.
Las pacientes inyectadas masivamente con siliconas líquidas no médicas consultan por las complicaciones tardías que constituyen siempre problemas de difícil solución.
Resulta conveniente la evaluación preoperatoria realizada por otros profesionales como los psicólogos y la eventual necesidad de un tratamiento (psicoterapia).
Resulta imposible la resección total del material extraño inyectado y se observa -con frecuencia- un alto índice de complicaciones postoperatorias.