Pertenecía a la casa de Bellême.
[5] Los condes de Maine llevaban varias generaciones luchando por controlar tanto la ciudad de Le Mans como las investiduras.
[6] Como solía ser habitual en la época, habría comprado su puesto en simonía por carecer educación eclesiástica como laico convertido en obispo por interés político.
[5] Parece ser, por las crónicas, que tuvo una vida escandalosa y llegó a casarse y tener descendencia a una edad avanzada.
[7] Los sacerdotes y obispos conservaban entonces a las mujeres que tenían antes de su ordenación e incluso las tomaban públicamente después con todas las ceremonias de un matrimonio legítimo.