Esto también se aplica a las plantas que conservan su follaje solo en climas cálidos, y contrasta con las plantas caducifolias, que pierden completamente su follaje durante el invierno o la estación seca.
El vocablo «perennifolio» procede del latín perennis (‘duradero, perenne’) y de folium (‘hoja’).
Esta flora también recibe el nombre de sempervirente o siempreverde, ya que pese a que existe en zonas de estaciones frías, siempre mantiene el follaje.
En Rhododendron, un género con muchos árboles de hoja perenne de hoja ancha, varias especies crecen en bosques maduros, pero generalmente se encuentran en suelos muy ácidos donde los nutrientes están menos disponibles para las plantas.
En la taiga o los bosques boreales, hace demasiado frío para que la materia orgánica del suelo se descomponga rápidamente, por lo que los nutrientes del suelo están menos disponibles para las plantas, favoreciendo así a los árboles de hoja perenne.
[10] Los esfuerzos preventivos para proteger los árboles de hoja perenne incluyen fungicidas, mantillo en la base del árbol y un mayor control de los rociadores para evitar la contaminación del agua.
[10] En los últimos años, esta enfermedad perjudicial ingresó a Canadá y presenta desafíos para los productores comerciales de árboles de coníferas (como árboles de Navidad), y se llevó a cabo una investigación exhaustiva sobre posibles fungicidas para esta enfermedad sin que se presentara una opción clara.