Siempre habrá un mañana es una telenovela mexicana dirigida por Arturo Salgado y producida por Valentín Pimstein para la cadena Televisa en 1974.
Fue protagonizada por Meche Carreño, Eduardo Alcaraz y Gastón Melo, con la actuación antagónica de Aurora Molina.
Es una historia original de la cubana Inés Rodena adaptada por Estella Calderón.
Arturo no le puede decir la verdad a Mercedes ya que esto la destrozara.
Al final, Mercedes termina encontrado el verdadero amor en Carlos, un hombre que si la valora, pero existirá otro obstáculo para ser feliz, la frívola novia de este, Pilar.